""QUÉ ES ESA COSA DE ESTAR MORADO""

• Sinopsis

Adán y Noa los protagonistas del cuento  Enamorados  cobran vida y se preguntan qué es estar “morado”. Para responder a sus dudas cuentan con un montón de explicaciones, las que escuchan de los adultos y con las que ellos juegan, bailan y sueñan. Van y vienen por un mundo de títeres, dragones y princesas, sombras, colores, y luz negra… de esta manera, la inocencia y la imaginación de unos niños ponen alas y música al amor. Pero, ¿realmente no es algo mágico estar enamorado?

• Sobre la obra:

Adán quiere jugar con Noa, pero le abraza demasiado fuerte, le tira arena en los ojos y hasta le quita una carta con la que ella esta jugando. La mamá de Noa le cuenta que Adán es un poco bruto y que seguramente lo que le pasa es que esta enamorado de ella, pero no sabe como decírselo.

Pero Noa y Adán no saben qué es esa cosa de estar morado, por ello guiados por Cupido y su gran violonchelo, deciden embarcarse en una fantástica aventura.

Navegan por el mundo del amor, bailan, juegan, se disfrazan… Adán lo pasa tan bien con su amiga Noa, que le pide permiso a su mamá para ir a su casa a merendar y hasta le regala un beso.

Aún así, Noa no para de hacerse y hacernos preguntas a todos:

“¿El amor es caerse rendido? ¿Es cosa de los cuentos?”

Los amigos de Adán y Noa parecen estar bien informados sobre el tema. Ellos viven en otra dimensión, en la del teatro de guiñol, con la que creamos una escena dentro de la escena donde la realidad se mezcla con la fantasía, donde actrices y marionetas dialogan y se ríen con descarada inocencia.

Los protagonistas, en ocasiones, también son transformados en marionetas, dando así relevancia a ese espacio mágico de guiñol. 

Todas las marionetas son manipuladas por las actrices que interpretan a Adán y Noa.  

“¿Es estar hipnotizado? ¿Es volverse un poco loco?”

El ritmo nos parece de vital importancia en el desarrollo de los niños, por ello en el espectáculo la música en directo tiene especial importancia. Ésta nace de las manos de un Cupido que en lugar de flechas lanza las notas de un violonchelo. También así el lenguaje musical se pone al servicio del juego y de la imaginación     

“¿Es como un rayo que te atraviesa? ¿Siempre llueve cuando te enamoras o hay que llevar paraguas para estar enamorado?”